lo buenO y lo malO

Te he contado miles de cosas, anécdotas, malas pasadas, caídas, viajes, aventuras…pero no te he contado a la gente con la que lo he vivido, esas personas con las que comparto mi día a día o aquellas que han pasado y han dejado una pequeña huella en mi personalidad.

Hoy te hablaré de la treintañera que creía tener veinte. Podría decir que es una de las personas mas buenas que he conocido, atenta, cariñosa, cuidadosa e inocente, a pesar de todas las experiencias que lleva vividas.

No es una gran oradora, y a menudo le tengo que terminar las frases, pero se hace entender cuando es necesario. En realidad le admiro, o la admiro como diría ella, ha estado viviendo en miles de sitios y vivido miles de aventuras, es de esas personas que arriesgo todo por alguien que quería y no salió bien, y aun así siempre dice que volvería a hacerlo. Es mi confidente y la cabeza que hace que me centre en mis momentos de locura. Compartimos el gusto por las manualidades, cajas, cajitas y ese pensamiento práctico que caracteriza a algunas personas.

Me gusta la manera en la que baila y se emociona con una canción pero no me gusta la facilidad que tiene para agobiarse y lo pesimista que es.

Definitivamente la recuerdo cuando oigo esta canción:

http://www.youtube.com/watch?v=hu9ZWAqNZ_0

una simple canica, el mejor regalO!

Sabía que ya había aceptado todas tus locuras, incluso se habían colado en mi centrada cabeza algunas de esas voladuras que a veces te hacían desvariar.
Con el tiempo habíamos descubierto las pequeñas cosas en común y las diferencias, y conseguimos una compenetración absoluta con la que al segundo sabíamos lo que nos pasaba por la cabeza el uno al otro, o al menos eso creía yo. Las diferencias siempre estuvieron ahí.
Me encantaba la forma en la que te emocionabas por las cosas mas simples, y como al mirar las canicas decías “ ésta es mi preferida, no, ésta es mi preferida, no no, es ésta!aiiss……es que son todas tan geniAles!”
Fue en ese primer instante, cuando te vi pegada al escaparate del imaginarium cuando me enamoré de ti y al momento supe que me acabarías haciendo daño.

dOnt

Volví a caer en ese círculo vicioso del que nunca se puede salir. Ese que se crea cuando estás triste y te pones música depresiva que te hace sentir aun peor pero no puedes parar de escucharla por que al mismo tiempo escuchar algo te calma… Era mi tercer día de insomnio, y los ojos hinchados de tanto desperdiciar lágrimas me hacían parecer una de esas máscaras grotescas de carnaval. Esta vez el golpe había sido fuerte y me lo habías pegado sin previo aviso, esta vez no parecía haber salida en el círculo…esta vez, iba a ser la última.

sshhhh....no se lo digas a nadie...

Quieres qué te cuente un secreto? De tanto creer en mis sueños se hicieron realidad, y ahora tengo miedo cada vez que me echo a dormir, tengo miedo de que todo el mundo acabe viviendo en esos mundos sin leyes ni reglas que mi cabeza crea. Tengo miedo de que la gente disfrute de todo aquello que sólo yo tenía el privilegio de vivir.

Quieres qué te cuente un secreto? No me gusta el helado de pistacho…

en cualquier calle

Me acuerdo del calor que hacía. De cómo tú sin venir a cuenta me dijiste que tenías una hora perdida sin nadie con quien quedar. De la sonrisa de complicidad cuando te ofrecí mi compañía y la cara de tonta que llevé durante las dos últimas horas.

Fuimos andando hasta eL banco donde, con la excusa de que sólo daba sombra en una equina, me hiciste sentar encima de ti. Un mordisco en el brazo, caricias, besos robados...

Y ahora recuerdo eL banco y el día que me dijiste adiós.